Te Amo...

Soy un desertor que mira con desdén en la lejanía, una esperanza que sólo me ofrece tu amor, una esperanza que se convierte en energía, invade mi cuerpo, mi alma y mi humanidad, sin embargo, tengo temor, temo al mañana, porque no me has dicho para siempre y a veces el mañana se convierte en un eterno y si mañana es eterno prefiero morir hoy con la esperanza, con el anhelo de ese para siempre, que despertar mañana en la mañana con un eterno sin ti…

Realmente no hay manera de cambiar lo que ya está hecho, y lo que está hecho, es el hecho de que te amé a pesar de mí, todo con un para siempre que se repite en línea recta de manera continua en el pulso cardiaco, cada latido de sí mismo es una canción entonada con el fin de revelarte mis más sinceros sentimientos, sentimientos que se inmortalizaron cuando me dijiste si…

Sí volveré a tu lado, un sí, que se convirtió en la razón de que no renunciara a escribir, a seguir siendo tu poeta, ese que respira con el fin de que le permitas estar a tu lado a este poeta, que es poeta, porque de esa forma te trata de explicar con cada verso lo inmenso y puro de su amor por ti, tú eres el sol que paro ese invierno en el que yo veía llover todo el tiempo le preguntaba a los transeúntes ¿por qué no para de llover?

Y es que no estaba lloviendo, no había invierno lo que pasaba es que lloraba todo el tiempo y creí que estaba lloviendo, pero tú eres el sol llegaste y una bella primavera abrazo mis pupilas y de esa manera la luz volvió y es que tú me salvaste, me salvaste de un más allá que me esperaba riendo de manara cínica y terrorífica, eres mi edén, cuando iba directo al hades caminando por voluntad propia porque quería ser castigado por haberme marchado, aunque mi causa fue ser aquel que querías que fuera…

Pero he vuelto para que me permitas corregir todo, recompensarte todo, hacer todo lo necesario para que sonrías y no te arrepientas de decirme si a pesar de todo, quiero asegurarte que el amor que profeso hacía ti amor que late vivo que se comporta de manera firme, estoy aquí he vuelto y no me iré, no necesito irme, ya logré lo que quisiste que fuera, ahora soy el hombre que una vez me dijiste querías que fuera, estoy aquí y juro solemnemente amarte y hacerte feliz escribir sin descansar, apoyarte, aconsejarte, acompañarte…

Y si la vejez nos alcanza no te preocupes no necesitarás bastón yo seré ese bastón, y es que la vejez llegará hasta nosotros porque me diste un para siempre y no dejaste que llegara el mañana, por favor dime para siempre porque el mañana es eterno.